domingo, 28 de diciembre de 2014

HORARIO PARA LAS SOLEMNIDADES DE NAVIDAD

Os detallamos los cambios de horario para estos días:

Día 1 de Enero, Solemnidad de Santa María Madre de Dios, Eucaristía a las 20.30
Día 3 de Enero, Misa Hermandad de la Soledad 12.00.
                         Misa Parroquial 20.30.
Día 4 de Enero, Misa parroquial 13.00
Día 6 de Enero, Solemnidad de la Epifanía del Señor a las 19.00.

A partir del 6 de Enero todo vuelve a su normalidad.
Muchísimas gracias.

sábado, 27 de diciembre de 2014

Jesús, María y José


Gracias por todo

Hace escasas unas horas la Parroquia celebraba con gran alegría la Fiesta de la Sagrada Familia. Hemos dado las gracias a Dios por el gran regalo de nuestros padres y le hemos pedido que ayude a todas las familias para que vivan a semejanza de la humilde familia de Nazaret.
Desde aquí dar las gracias a la comunidad parroquial por su asistencia y por su colaboración en las obras de la techumbre.
Y como no a Ricardo, Rafael, José Manuel y José Antonio que con sus cantes nos han ayudado a vivir esta Eucaristía unidos al Señor. El Señor,que es el gran pagador de todo, os pague vuestra disponibilidad y servicio a vuestra parroquia.

viernes, 26 de diciembre de 2014

LA VOZ DEL ARZOBISPO


EN LA FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA

Queridos hermanos y hermanas:
En el marco precioso de la Navidad celebramos en este domingo la fiesta de la Sagrada Familia, modelo de las familias cristianas. El misterio de la cercanía de Dios al hombre, que celebramos en estos días, se realiza en el seno de una familia, la Sagrada Familia de Nazaret, Jesús, María y José. En conexión lógica con esta fiesta, la Iglesia en España celebra la Jornada de la Familia, una institución esencial en la vida personal y en la vida social. Efectivamente, la institución familiar es el camino que conduce al hombre a una vida en plenitud. En ella aprendemos a ser hombres, porque es la “escuela del más rico humanismo” (GS 52). Por ello, el Hijo de Dios elige crecer en su humanidad en el seno de una familia.
En ella el ser humano es amado por sí mismo y no por las utilidades que puede aportar al núcleo familiar; y
ese amor es fiel y permanente a pesar de la debilidad o la discapacidad.
La familia es además el santuario de la vida, porque la acoge, custodia y acompaña desde la cuna hasta su
ocaso natural como un don de Dios, autor último de la vida humana. De ahí la inmoralidad intrínseca de
aquellas leyes que permiten el aborto o la eutanasia, uno de los signos más evidentes de la deshumanización
de nuestra sociedad. La familia es además escuela y manantial de solidaridad, el último reducto, junto con
las instituciones sociales y caritativas de la Iglesia, al que acuden aquellos hermanos nuestros que son
víctimas del paro y la precariedad, consecuencia de la grave crisis económica que nos aflige.
Como nos han dicho los Padres del reciente Sínodo extraordinario sobre la familia, que se completará con
el Sínodo ordinario a celebrar en el próximo mes de octubre, la familia es iglesia doméstica, cuya primera
misión es la transmisión de la fe a los hijos. Hoy, sin embargo, como consecuencia de la secularización,
son muchos los padres que han abdicado de esta obligación fundamental, incluso entre aquellos que
llevan a sus hijos a la escuela católica, no tanto por los valores cristianos que debe transmitir, cuanto por la
calidad de su enseñanza. Efectivamente son legión los matrimonios que no enseñan a sus hijos a rezar, ni les
inician en el conocimiento del Señor o en la devoción a la Virgen, en la experiencia de la generosidad y el
descubrimiento del prójimo o, en las virtudes y normas morales y, mucho menos, en la esperanza cristiana,
que tiene su culmen en la posesión de Dios después de nuestra peregrinación en este mundo. No es extraño,
pues, que abunden entre nuestros niños, adolescentes y jóvenes conductas insolidarias y egoístas, cuando no
delictivas, y que en tantos casos el horizonte vital de muchos de ellos sea chato, alicorto y sin la amplitud
de ideales que ha caracterizado siempre a la juventud. El Catecismo de la Iglesia católica nos dice que la
fecundidad del amor conyugal no se reduce sólo a la procreación de los hijos, sino que debe extenderse
también a su educación moral y a su formación espiritual. El papel de los padres en la educación
tiene tanto peso que, cuando falta, difícilmente puede suplirse en la escuela. Nos dice también que los padres
deben mirar a sus hijos como a hijos de Dios y que han de educarlos en el cumplimiento de su santa Ley,
mostrándose ellos mismos obedientes a la voluntad del Padre. Ellos, en efecto, como primeros responsables de la educación de sus hijos, han de crear en su hogar una atmósfera que haga posible la ternura, el perdón,
el respeto, la fidelidad, la responsabilidad, el servicio desinteresado y la fraternidad.
El hogar es el lugar más apropiado para la educación en las virtudes, para el aprendizaje de la abnegación, la
austeridad, el amor a la verdad, el espíritu de sacrificio, la laboriosidad y el dominio de sí, condiciones de toda libertad verdadera. Los padres, por otra parte, han de enseñar a sus hijos a apreciar los valores espirituales por encima de los intereses materiales, procurando al
mismo tiempo enseñarles con el ejemplo de una vida cristiana inspirada en el Evangelio.
En esta tarea nobilísima los padres cristianos cuentan con la gracia peculiar recibida en el sacramento del
matrimonio, que les capacita para evangelizar e iniciar a sus hijos en los misterios de la fe, en la oración y en
la participación en los sacramentos, introduciéndoles paulatinamente en la vida de la Iglesia, colaborando así
con los catequistas y los profesores de religión.
Al mismo tiempo que encomiendo a la Sagrada Familia de Nazaret a todas las familias de nuestra Diócesis, les pido que tomen muy en serio la responsabilidad de
educar cristianamente a sus hijos.
A todos os deseo un feliz y santo año nuevo y os aseguro.


+ Juan José
Asenjo Pelegrina
Arzobispo de Sevilla

MISA DE LAS FAMILIAS

La Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Huévar del Aljarafe celebrará la Eucaristía con motivo de la festividad de la Sagrada familia el próximo sábado día 27 de diciembre a las 19.00 Horas.
La Eucaristía será presidida por nuestro Párroco D. Ángel Puentes Arenal y al finalizar se dará a besar la imagen del Niño Jesús que preside el nacimiento de nuestra parroquia.
En dicho besapiés se pedirá vuestra colaboración económica para la emergente obra de la techumbre de nuestro templo.
Intervendrán musicalmente en la Eucaristía algunos jovenes del pueblo con piezas tradicionales de este tiempo de Navidad como son los populares Villancicos.
¡Os esperamos!